Nuestra explicación sencilla
Salt Lake City, Utah. EE.UU.
Tal vez has oído hablar de los “mormones”, o has visto a dos jóvenes misioneros con camisas blancas y placas negras que dicen “Élder” o “Hermana”. Quizás has notado uno de nuestros templos o conoces a alguien que no fuma ni bebe alcohol y se identifica como mormón. Pero ¿quiénes somos realmente?
La realidad es que el término “mormón” es solo un apodo. El nombre completo y correcto de nuestra fe es: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Este nombre fue revelado por el Señor y refleja lo que creemos de forma central: que Jesucristo es el Salvador del mundo y la base de todo lo que somos y hacemos.
Somos cristianos centrados en Jesucristo
Los miembros de la Iglesia creemos firmemente en Jesucristo. Lo aceptamos como el Hijo de Dios, nuestro Redentor. Creemos que gracias a Su sacrificio expiatorio podemos arrepentirnos, ser perdonados y tener esperanza incluso en los momentos más difíciles. También creemos que, gracias a Su resurrección, todos podremos vivir de nuevo.
Su amor es personal, real e incondicional.
Todos somos hijos de Dios
Creemos que todos los seres humanos son hijos de un Padre Celestial amoroso. Estamos aquí en la tierra para aprender, progresar, amar y formar familias. Esta vida es parte de un plan divino para ayudarnos a volver a vivir con Dios y con nuestros seres queridos para siempre.
La Biblia y el Libro de Mormón
Veneramos la Biblia como palabra sagrada de Dios. Además, creemos que el Libro de Mormón es otro testamento de Jesucristo, un complemento a la Biblia que testifica de Su divinidad, Su ministerio y Su amor por todos los pueblos. Es por este libro que se nos apodó “mormones”, pero el centro de nuestra fe no es el libro, sino Jesucristo.
Creemos en profetas y apóstoles hoy en día
Así como en tiempos bíblicos, creemos que Dios aún habla hoy a través de profetas y apóstoles vivos. Estos líderes son testigos especiales de Jesucristo, y nos ayudan a conocer el plan de Dios, a fortalecer nuestra fe y a vivir el evangelio en nuestro tiempo.
Amar al prójimo: nuestra guía diaria
Jesús enseñó: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Marcos 12:31). Este mandamiento guía nuestras acciones diarias. Tratamos de ser buenos vecinos, servir a los demás y vivir con fe, aunque sabemos que no somos perfectos. Sentimos una profunda paz cuando seguimos el ejemplo del Salvador.
¿Quieres saber más?
Ahora que sabes un poco más sobre quiénes somos, te invitamos a conocernos mejor. Puedes hablar con los misioneros, visitar una de nuestras capillas o simplemente explorar por tu cuenta. Nos encantaría ayudarte a conocer más sobre Jesucristo y Su evangelio.
Salt Lake City, Utah. EE.UU.